martes, 25 de junio de 2013

Una agenda difícil antes del verano

También los políticos tienen ganas de irse de vacaciones. Washington DC tiene un verano incómodo, caluroso y a la vez muy húmero. Cómo no van a querer marcharse a sus casas de veraneo y perder de vista la cúpula del capitolio en cuanto el Congreso y la Corte suprema entren en su receso estival... Pero no. Aún queda tiempo antes de que el gobierno eche el cierre por vacaciones y hay mucho que hacer. Una agenda difícil antes del verano.

Inmigración: la reforma migratoria coge tono y sus impulsores tienen prisa. El grupo de senadores de ambos partidos que la ha redactado el texto cree que puede lograr unos setenta votos, un apoyo republicano suficiente como para que la mayoría de conservadora en la Cámara de Representantes no tenga más remedio que echarle un vistazo. Si la ley no llega al escritorio de Obama antes de que el Congreso se vaya de vacaciones será más difícil. Eso a pesar de lo que argumentaba esta semana en gran Walter Shapiro.

"Tenemos una reforma buscada desesperadamente por un grupo clave de votantes, apoyada por poderosos grupos de presión y por el presidente, que además ahorraría dinero al gobierno. Si Washington no puede lograr un acuerdo sobre inmigración bajo esas condiciones, lo siguiente que veremos será terribles batallas sobre qué nombre poner a una oficina de correos. En política no se puede tener más fácil"

Matrimonio gay: la Corte Suprema tiene que pronunciarse sobre la constitucionalidad de la Proposition 8 de California, que prohibe el matrimonio entre personas del mismo sexo. También sobre la polémica "Ley de defensa del matrimonio" que lo define como una unión entre hombre y mujer, excluyendo a las parejas homosexuales de todos los beneficios de la ley federal.

Snowden: la diplomacia estadounidense tiene que jugar a la "caza del espía". El secretario de Estado John Kerry debe mover sus mecanismos para evitar que algún país de asilo al célebre "filtrador" que hizo públicos los programas secretos de espionaje de las comunicaciones. Seguro que tiene ganas de hacerlo bien para evitar incómodas comparaciones con Hillary Clinton, pero no lo tienen fácil. De momento Snowden sigue en la zona de tránsitos del aeropuerto de Sheremetyevo, en Moscú, que teóricamente no es territorio ruso y desde donde puede ir a donde quiera.

Armas: la inciativa para limitar el acceso a las armas fracaso en el Senado pero, según ha dicho el vicepresidente Biden, desde entonces cinco senadores han hablado con él y están dispuestos a cambiar el sentido de su voto tras ver el efecto que ha tenido en sus encuestas. Los milagros existen, pero a ver.

De propina: y despachando los asuntos de final de curso la Corte Suprema se ha llevado por delante una parte clave de la "Ley de Derechos Electorales". Algunos estados del sur estaban obligados a remitir a Washington todo cambio en sus leyes electorales para asegurar que no vulneraban los derechos de las minorías. Eso se hacía usando unos datos de 1972 y la resolución dice que hay que actualizar esos datos. Razón no les falta pero a ver cómo lo soluciona el Congreso.

La bola de cristal: hoy se vota en Massachusetts. En juego está el escaño en el Senado que ha dejado libre John Kerry. A pesar de que el demócrata Ed Markey va muy por delante en las encuestas, los republicanos esperan una sorpresa de última hora gracias a los indecisos. Yo no lo veo.


domingo, 23 de junio de 2013

Una gran noticia: el Diario se muda a USAmérica

Queridos amigos del Diario de USAmérica,

Primero que todo, perdón por el silencio de las últimas dos semanas. Como entenderéis ahora mismo, está siendo una época de grandes cambios y sé que sabréis disculpar mi falta de diligencia al contaros los últimos manejos del espionaje de Snowden o las decisiones trascendentales que esta semana tiene que tomar la Corte Suprema.

Al grano: he tenido la inmensa suerte de ser elegido como uno de los becarios Fulbright para este año, lo que en la práctica quiere decir que a mediados del verano me marcho a vivir una larga temporada a Nueva York. Si no sucede nada raro con el visado, el próximo curso estaré estudiando el Master en Elecciones y Campañas Electorales de la Forham University. Todo aquel que haya venido leyendo este blog durante los últimos años ya se hace una idea de que para mí es hacer realidad un sueño. 

Así que poco más que eso, sólo quería compartirlo con vosotros ya que sois los que mejor conocéis mi pasión por EEUU y por su política. En principio el Diario seguirá vivo y mantendrá su formato actual, sin convertirse en un blog de viaje ni nada por el estilo. Os iré contando más novedades por aquí, pero gracias por vuestra paciencia y confianza. Un abrazo,

Carlos Hernández-Echevarría
Diario de USAmérica


jueves, 6 de junio de 2013

Cuando muere un senador

En esta vida política coreografiada al segundo hay ya pocos acontecimientos que dependan enteramente del azar, que sean por completo imprevisibles. Pero la muerte, de momento, sigue viniendo sin anunciarse en la mayoría de los casos y el pasado lunes visitó al senador demócrata de New Jersey Frank Lautenberg. Hubo elogios y también alguna lágrima, pero todo eso ocupó un espacio mínimo al lado de la gran pregunta urgente ¿qué pasa con su asiento en el Senado?

La decisión dependía del gobernador Chris Chistie, un republicano moderado que tiene encandilado a un estado de fuerte tradición demócrata y que quiere ser presidente en 2016. La ley le ofrecía tres opciones:
  1. Nombrar un sustituto de su agrado para que ocupe el escaño hasta que acabe el mandato del senador fallecido, en noviembre de 2014. Era la opción preferida de su partido porque daría al candidato tiempo para lucirse en el Senado, recaudar dinero y hacerse querer por los votantes. En un estado que no tiene un senador republicano desde 1979 era casi la única esperanza de victoria para el partido, pero además significaba que los republicanos del Senado contarían con un muy necesitado voto adicional. Los demócratas se daban cuenta perfectamente y dijeron bien alto que retrasar hasta entonces la elección era una manipulación, que había que preguntar a los electores.  
  2. Nombrar un sustituto hasta la siguiente cita electoral normal, la elección a gobernador del 5 de noviembre de este año. Los demócratas estarían de acuerdo y los republicanos se enfadarían, pero sería un opción barata de acudir pronto a las urnas sin convocar una elección especial.Hasta ahí bien pero la opción representaba un riesgo para el propio Christie. El demócrata más popular del estado, el alcalde de Newark Cory Booker, quiere presentarse al Senado y a Christie no le interesa coincider con él en la papeleta electoral. El gobernador tiene prácticamente asegurada la reelección pero si Booker ilusiona al electorado demócrata para que acuda a las urnas para enviarle al Senado, puede que ya de paso voten por cualquier demócrata que se presente contra Christie. 
  3. Nombrar un sustituto convocar una elección especial separada sólo para cubrir la vacante del senador muerto. Los demócratas estarían encantados de poner a Cory Booker en el Senado sin tener que acurdir a las urnas el mismo día que se vota al ultrapopular gobernador Christie, pero los republicanos renunciarían a sus pocas posibilidades de victoria. Además, supondría convocar una elección más, con el gasto público que eso supone.

¿Cuál creéis que ha escogido? Pues la opción tres, evidentemente. Ha preferido enfadar a su partido y costarle un asiento en el Senado a arriesgar aunque sea mínimamente su reelección. New Jersey irá a las urnas a escoger senador apenas dos semanas antes de la elección normal a gobernador. Chris Christie ha dicho que "ni sabe el precio de la elección ni le importa", pero debería. Se acaba de ganar unos cuantos enemigos más entre los republicanos de cara a las primarias presidenciales de 2016: los que le echarán en cara el derroche de tener dos elecciones por motivos partidistas y los que le acusarán una vez más de simpatizar con los demócratas. Después de haberse hecho fotos con Obama en la última campaña, esto seguro que también se lo recordarán.

De propina: la confirmación de que la National Security Agency recopila los datos de consumo telefónico de millones de estadounidenses es indignante, y va camino de abrir un nuevo frente para la Administración Obama cuando ya tiene acusaciones serias de ejercer de Gran Hermano. Se puede hacer gracias a las leyes del pánico aprobadas tras el 11-S por Bush, pero eso no le quita ni pizca de importancia.

La bola de cristal: y como era de esperar, los dos inspectores de impuestos a los que el gobierno les ha cargado encima el escándalo, dicen que actuaban obedeciendo órdenes de arriba. No hemos visto ni mucho menos el último capítulo del escándalo del IRS.

Amigos de El Diario